El problema viene de lejos, no es algo nuevo. El desfalco de los hermanos Salazar, con un agujero de 200 millones; la caída del consumo... Son algunos de los factores que han contribuido a la caída del gigante aceitero. Ahora la situación se ha vuelto insostenible, y si no triunfa la operación propuesta a los accionistas Koipe y Carbonell podrían desaparecer de los lineales del supermercado.
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