La jueza Ana Ferrer toma declaración a tres testigos: uno de ellos trabajó para una de las empresas de la trama y ratificó ante el juez que el concurso público del ayuntamiento de Cartagena,que entonces dirigía Barreiro,fue "una vergüenza"; Bueno negó saber de dónde salió el dinero que pagó los trabajos pero confirmó las sospechas del juez:que el contrato público del consistorio de Cartagena con el que se iban a justificar los pagos estaba apalabrado desde el principio entre la trama y Barreiro; "lo pagaba MADIVA pero los subvencionaba el Ayunt
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