José Antonio Ortega Lara vivió 532 días en un zulo de 3 metros por 2,5, con una altura de 1,80 y sin saber si algún día llegaría a salir de allí, con la única compañía de una bombilla que le marcaba el tiempo durante siete horas al día. Para el resto, solo la oscuridad. Nueve días después, el 10 de julio de 1997, ETA secuestró a un joven concejal del PP en Ermua, Miguel Ángel Blanco, y lo asesinó después de una macabra cuenta atrás.
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