Su negocio internacional equivale al 76%, pero no hay traslados de sede en estudio. Las grandes constructoras no van a secundar a Ferrovial en su enfrentamiento con el Gobierno y prefieren marcar distancias ante lo que consideran un caso particular, pese a que comparten con la empresa de la familia Del Pino una fuerte proyección internacional, un interés especial por Estados Unidos y, en casi todos los casos, la presencia de un accionista de referencia capaz de promover grandes cambios estratégicos.
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