No es casual que el inicio de la caza de brujas en el mundo de los videojuegos empiece con Harry Potter. El personaje ya estaba en la mira cuando a su creadora J.K. Rowling se le ocurrió dar una opinión sobre las personas trans que no coincide con la que manda la biblia de la corrección política. Era cuestión de tiempo para que la nueva Santa Inquisición comenzara a buscar cosas cuestionables en quienes trabajaran en productos relacionados con la saga.
|
etiquetas: videojuegos , corrección política , feminismo