Un tribunal australiano condenó a una madre a tres años de cárcel por presionar a su hija a casarse contra su voluntad, en la primera sentencia de este tipo en Australia desde que en 2013 entró en vigor la ley sobre matrimonios forzados."El delito es intrínsecamente grave. Privar a una persona de la libre elección sobre los pasos de su vida -grandes o pequeños- es una afrenta a los derechos de un adulto a tomar sus propias decisiones sobre su propia vida", dijo la jueza Fran Dalziel, del Tribunal Rural del estado australiano de Victoria
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Se les debió adelantar en algún envío jugoso de Ayuso y se cogerían una de sus rabietas.
Cuando una comunidad no respeta los derechos de las personas, entonces, y solo entonces, se deben hacer leyes para exigir que se cumplan.
Por poner un ejemplo:
Es un derecho de las personas a respirar un aire que no sea venenoso para ellos. Cuando los fumadores no respetan los derechos básicos de los demás, entónces hay que hacer una ley que solo les permita fumar sin envenenar a los demás.
En una sociedad ideal, donde la gente tuviera educación, y usara la ética (que no la moral) y la lógica, no harían falta casi leyes (las justas, por ejemplo, para decidir en qué sentido se conduce y poco más).
Uno puede creerse con derecho a fumar donde le de la gana, o a casar a su hija con quien quiera.
Antiguamente tenían ese derecho, lo siguen teniendo en muchos países.
Si bien la magistrada sopesó que la motivación de Jan respondía al "mejor interés" de su hija, "a la luz de su cultura y las prácticas habituales de su comunidad", también la puso en el "intolerable" dilema entre casarse o quedarse sin casa.
Usos y costumbres de sociedades medievales incomprensibles hoy día donde se somete a la mujer.
Y encima con menores que no se pueden defender.