En junio del año pasado el cacereño Juan José R.E. acudió para tramitar la solicitud de prestación contributiva a las oficinas del SEPE. El, que no oculta su condición de homosexual, sufrió que un funcionario le atendiera de manera inadecuada y escribiera en la documentación que vivía en la «Plaza Marica». El afectado contó lo ocurrido y denunció en los tribunales. Inicialmente estos condenaron al funcionario por injurias leves, recurrió y ahora ha sido absuelto ya que la reforma del Código Penal aprobada este año despenaliza las injurias leves
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