Durante años hay dos constantes sobre las que el usuario se ha quejado o ha apreciado en la red. Una es la velocidad, la más fácil de ver, tanto por su ausencia como si las expectativas están colmadas. La otra, un poco más invisible, es la latencia. Y en estos dos factores se ha trabajado durante años. En el caso de la velocidad, para aumentarla, y en el de la latencia, en sentido contrario, para disminuirla.