Se dice que Góngora compuso esta letrilla para hacer el peloteo en Valladolid, no recuerdo con que motivo, dedicándole para la ocasión unos versos al rio Esgueva, la respuesta de Don Francisco de Quevedo fue fulminante. He aquí el asunto:
QUÉ LLEVA EL SEÑOR ESGUEVA.
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
Lleva este río crecido,
Y llevará cada día
Las cosas que por la vía
De la cámara han salido,
Y cuanto se ha proveído
Según leyes de Digesto,
Por jüeces que, antes desto,
Lo recibieron a prueba.
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
Lleva el cristal que le envía
Una dama y otra dama,
Digo el cristal que derrama
La fuente de mediodía,
Y lo que da la otra vía,
Sea pebete o sea topacio;
Que al fin damas de Palacio
Son ángeles hijos de Eva.
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
Lleva lágrimas cansadas
De cansados amadores,
Que, de puro servidores,
Son de tres ojos lloradas;
De aquél, digo, acrecentadas
Que una nube le da enojo,
Porque no hay nube deste ojo
Que no truene y que no llueva.
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
Lleva pescado de mar,
Aunque no muy de provecho,
Que, salido del estrecho,
Va a Pisuerga a desovar;
Si antes era calamar
O si antes era salmón,
Se convierte en camarón
Luego que en el río se ceba.
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
Lleva, no patos reales
Ni otro pájaro marino,
Sino el noble palomino
Nacido en nobles pañales;
Colmenas lleva y panales,
Que el río les da posada;
La colmena es vidriada
Y el panal es cera nueva.
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
Lleva, sin tener su orilla
Árbol ni verde ni fresco,
Fruta que es toda de cuesco,
Y, de madura, amarilla;
Hácese de ella en Castilla
Conserva en cualquiera casa,
Y tanta ciruela pasa,
Que no hay quien sin ella beba.
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
RESPUESTA GONGORISTA
YA QUE COPLAS COMPONÉIS.
Ya que coplas componéis,
ved que dicen los poetas
que, siendo para secretas,
muy públicas las hacéis.
Cólica dicen tenéis,
pues por la boca purgáis;
satírico diz que estáis;
a todos nos dais matraca:
descubierto habéis la caca
con las cacas que cantáis.
De vos dicen por ahí
Apolo y todo su bando
que sois poeta nefando
pues cantáis culos así.
Por lo cual me han dicho a mí
que desde hoy en adelante
diga que obras vuestras cante,
por el mandado de Apolo,
con el son de un rabel sólo,
un rabadán ignorante.
No hay música donde estén
vuestros inmundos trabajos:
que si suenan bien los bajos,
los tiples no suenan bien.
Y cuando tonos les den
de los que el vulgo levanta,
¿cuál hombre o mujer que canta,
si tiene cabeza cuerda,
a pies de coplas de mierda,
hará pasos de garganta?
Con Esgueva es vuestro enojo;
nombre de sucio le dan,
siendo, de puro galán,
todos sus males de ojo.
Con mucha razón me arrojo:
que sólo los bien nacidos
celebramos atrevidos;
que en otra conversación,
por ser sucios, como son,
no pueden ser admitidos.
Vuestros conceptos alabo
pues, de pura buena pesca,
los hacéis a la gatesca,
pues los hacéis por el rabo.
Tenéis un ingenio bravo,
hacéis cosas peregrinas,
vuestras coplas son divinas;
sino que dice un dotor
que vuestras letras, señor,
se han convertido en letrinas.
Que alabe será muy justo
vuestras coplas mi voz sola,
pues por ser todas de cola,
se pegan a cualquier gusto.
Desde el scita al negro adusto,
y desde el Tajo dorado
al Nilo tan celebrado,
no hay ingenio tan machucho
ni crecido; mas ¿qué mucho,
si crece de estercolado?
Son tan sucias de mirar
las coplas que dais por ricas,
que las dan en las boticas
para hacer vomitar.
Un nombre os ando a buscar
que os venga derechamente,
y hallo que os llama un valiente,
que de Córdoba os conoce,
poeta de entre once y doce,
que es cuando vacia la gente.
¿Adónde hallaréis excusa
para lo que vemos todos,
pues fue en verano y sin lodos
tan rabiosa vuestra musa?
Si acaso Circe o Medusa,
o juntas ambas a dos,
os han mudado, por Dios,
que olvidéis tal prelacía
antes que la pulicía
venga a conocer de vos.
Yo, por mí, no pongo duda
en que las coplas pasadas,
según están de cagadas,
las hicisteis con ayuda.
Más valdrá que tengáis muda
la lengua en las suciedades;
dejad las ventosidades:
mirad que sois en tal caso
albañal por do el Parnaso
purga sus bascosidades.