Es inútil buscarlo.
Cuando menos lo esperas,
aparece en un bar,
y ya nada
es igual en adelante.
Un día,
tocas los dientes de la gloria,
y al siguiente,
te rompe el corazón.
O no.
O quizás tienes suerte,
y solo acabas harto de la felicidad.
Karmelo Iribarren