Acaba de cruzar
frente a mi parabrisas.
Es ella.
La recuerdo muy bien.
Siempre con algún libro
de Simone de Beauvoir
("Acabemos con la tiranía de la belleza"
y ese tipo de historias).
Luego, un día, desapareció.
Se fue a vivir
con un viejo economista.
Se ha pasado al enemigo,
dijeron unas.
Ya se sabe,
el dinero tiene imán,
dijeron otras …
Pero no.
Sucedió algo mucho más sencillo.
Tanto que fue ella misma
la primera sorprendida:
Se enamoró.
Karmelo C. Iribarren