Todos aquellos que tienen perro reconocen esa postura de la cabeza inclinada cuando te diriges a él. Lamentablemente, hasta ahora no se ha investigado mucho sobre este tema, aunque especulaciones no han faltado: muchos opinaban que era para que un oído escuchara más claramente, mientras que otros creían que era una señal social (el perro reconocía que respondíamos de una manera positiva a esta postura y adoptaban esta posición porque era más probable que obtuvieran un premio).