El hombre, en medio de su anhelo de robar, terminó atrapado boca abajo, en una posición en donde escapar sin ayuda era imposible. Cuando los dueños del negocio abrieron la ferretería se encontraron con la imagen del ladrón paralizado y mareado por las horas de espera en esa incómoda posición. Inmediatamente, los bomberos llegaron al lugar y sacaron al sujeto, le hicieron un chequeo para medir sus signos vitales y lo pusieron a disposición de las autoridades.
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