Los resultados de este trabajo,
publicados en la revista científica Environmental Microbiology, de la Society for Applied Microbiology, hacen posible el desarrollo de fungicidas biológicos alternativos a los agrotóxicos que se aplican actualmente contra esta plaga. Las tres cepas de las bacterias fueron capaces de inhibir in vitro hasta un 80 por ciento del crecimiento micelial del hongo Thielaviopsis ethacetica.