Hace una semana recibí un correo, a mi dirección de trabajo, donde una empresa fabricante de material deportivo de la que soy consumidor desde hace años (desconozco si es casualidad) nos solicitaba la creación de un dosier para colaborar con ellos en el territorio nacional. Obviamente, me hizo ilusión puesto que sus productos son realmente buenos y me gustaría trabajar con dicha empresa.
Tenía la mosca detrás de la oreja y me parecía todo muy raro, pero tras comprobar que, efectivamente, el correo era legítimo y la dirección desde la que se me enviaba existía realmente y salía de los servidores de esta empresa, respondí indicando que estábamos interesados y que podíamos mantener una videollamada en inglés en cualquier momento. Cabalgaba entre la sospecha y la alegría.
Su respuesta, que me descargase el kit que ellos enviaban a los colaboradores para poder mantener dicha reunión con todos los datos posibles. Me facilitó un enlace a Dropbox, protegido con contraseña, para descargarme un archivo comprimido con toda la información necesaria. Como uno es perro viejo, me descargué el archivo y simplemente miré el nombre de los archivos... Todo parecía legítimo, y bien estructurado en carpetas, tal y como se esperaría de una empresa seria.
Pero algo hizo que se me arquease una ceja. Entre medias de tanto archivo había uno con doble extensión, un scr (protector de pantalla de Güindous), por ahí medio escondido, que se suponía que era un Excel con datos financieros. Inmediatamente me puse en contacto con la empresa, les conté lo sucedido, y ayer mismo publicaron una nota en su web alertando de que les habían suplantado.
Cuento esto como anécdota y para alertar de que este tipo de timos. Tengo la suerte de ser una persona desconfiada y con conocimientos informáticos superiores a la media, pero sé que si esto se hubiese mandado a alguno de mis socios les hubiese colado perfectamente (o que me hubiesen pillado con la guardia baja fruto de la ilusión). Nadie está a salvo.
En los últimos años es habitual ver en los medios de comunicación noticias en que al tratar un tema se destace en el titular un aspecto negativo referido a Cataluña, aunque para ello haya que forzar los datos o, directamente, mentir. Ayer mismo se pudo comprobar esto en tres ejemplos:
El primero es de El Mundo y el titular no puede ser más concreto "La crianza de un hijo en Cataluña cuesta un 30% más que en Andalucía y 100 euros más que en la Comunidad de Madrid". Pero cuando nos vamos al texto podemos ver que el coste que se da para Cataluña (938 €/mes) es sólo 42 € más que en Madrid (896 €/mes).
Debe ser que a la redactora le parecía poca la diferencia para hacer un titular más llamativo y por ello la ha aumentado por su cuenta a 100. Y no es un error de transcripción del informe de Save The Children, porque allí figuran los mismos datos:
El segundo ejemplo corresponde a El Debate y tiene por titular ¿Por qué Cataluña recauda un 28 % menos que la media nacional?.
El titular no puede se más impactante ¡un 28% menos!, pero entraría dentro de como se pueden retorcer las cifras para decir lo que me convengan. En realidad no es que Cataluña esté recaudando un 28% menos, ya que en los datos que se muestran en el artículo se ve que la recaudación también está creciendo en Cataluña durante este año. El 28% menos sale de que la recaudación en Cataluña está creciendo un 6% mientras que en la totalidad de España es un 8,3% (6/8,3=0,72). Es decir que se están haciendo variaciones porcentuales sobre variaciones porcentuales, lo que no es una práctica muy recomendable. Habría sido más correcto decir que la recaudación en Cataluña crece 2,3 puntos menos que la media nacional, pero claro, el titular no habría sido tan llamativo. Y por cierto, me encantaría saber como habría sido el titular si la comparativa es con La Rioja (-1,6%). Me da que le habría estallado la cabeza.
Y el tercer ejemplo es también de El Debate, con el titular "Por cada andaluz que se marcha a trabajar a Cataluña hay tres catalanes que se mudan a Andalucía":
En este caso entraríamos directamente en el uso de información falsa, ya sea de forma intencionada o por negligencia. Si nos vamos a los datos de la Agencia Tributaria de movilidad geográfica de los trabajadores (los datos de las filas representan las salidas de cada CCAA, mientras que los de cada columna, las entradas).
Vemos que hay ciertos datos que cuadran con los detallados en la información:
Porque en efecto, Cataluña tuvo en total 26.324 entradas (suma de los datos de la columna correspondiente) y 24.109 salidas (suma de los datos de la fila correspondiente); pero en lo que respecta a los flujos entre Cataluña y Andalucía, el dato de 4.277 trabajadores catalanas que se trasladaron a Andalucía, pero en el flujo inverso, no son los 1.750 que se indican, son en realidad 5.406. Es decir, que el titular es totalmente falso ya que el saldo final es favorable a Cataluña en 1.129. Puede comprobarse que 1.750 corresponden a las salidas de Baleares a Cataluña.
menéame