La UE ha invertido 3.000 millones de euros en investigación de tecnología de seguridad tras la crisis de refugiados de 2015 y 2016, cuando más de un millón de personas -muchas de las cuales huían de guerras en Siria, Irak y Afganistán- llegaron a Grecia ya otros países de la UE. La red automatizada de vigilancia que se está construyendo en la frontera entre Grecia y Turquía pretende detectar rápido a los migrantes e impedir que crucen. Las patrullas fluviales y de tierra están equipadas con focos y dispositivos acústicos de largo alcance.
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