La política europea de fronteras está cambiando. Por la presión de los políticos antiinmigración, pero también porque lo exige una poderosa industria. Es lo que demuestra una carta enviada en 2013 por el entonces presidente del principal lobby de la seguridad, el español Santiago Roura. Roura era uno de los directores de Indra, una de las empresas europeas que más fondos públicos recibe la UE. La pregunta que los europeos se hacen es: ¿estamos más seguros? La respuesta no es tranquilizadora.
|
etiquetas: ue , lobby , seguridad , frontera , antiinmigración