Zeng Jinyan es una mujer menuda, de voz suave y caminar pausado. A primera vista, parece frágil. Pero cuando se sienta, mira a los ojos y deja que su historia fluya a torrentes de su interior, se explica por qué está considerada una de las personas más influyentes de China. O de como la represión China sigue su curso, y muchos miran a otro lado.