Entrar al campo con el pie derecho, santiguarse, elevar una plegaria al cielo, colocarse las medias del revés, llevar una estampita pegada a las espinilleras o colocarse en el pecho una cruz confeccionada con esparadrapo. Son algunas de las supersticiones más célebres del mundo del fútbol, donde muchos jugadores confían, a pies juntillas, en pequeños rituales que les ayudan a sentirse mucho más seguros de si mismos.