Sarah Palin, la candidata republicana a la vicepresidencia de Estados Unidos es carismática, cercana a sus electores, y, según reconocen hasta sus adversarios políticos, muy seductora. Pero los líderes del partido del elefante, que han limitado al estrictamente necesario sus entrevistas con los medios, también saben que la gobernadora de Alaska tiene una tremenda facilidad para meter la pata en cuando empieza a entrar en espinosos temas de seguridad y política internacional.