Los auténticos protagonistas de la Movida madrileña fueron una marea de jóvenes con ganas de divertirse, sentirse libres, comunicar sentimientos y crear emociones colectivas, dejando atrás las censuras y represiones morales de la dictadura franquista, en aquel Madrid efervescente de la transición española. [...]Todos desarrollaban su faceta más artística y cualquiera podía pintar un cuadro, dibujar un cómic, componer una canción, dirigir un cortometraje, capturar instantes con una cámara fotográfica...