El presidente francés, Emmanuel Macron, optó sin mucha sorpresa por comprometer la responsabilidad de su Gobierno para aprobar sin votación en la Asamblea Nacional su controvertido proyecto de reforma de las pensiones, temiendo que la oposición no le diera la mayoría necesaria. Así pues, los diputados franceses no tendrán la oportunidad de votar a favor o en contra del texto de reforma de las pensiones, un proyecto que ha generado movilizaciones y huelgas en toda Francia desde hace varias semanas.