Hace tres años, la impactante imagen de Tom Cruise con la cara hinchada, captada durante un partido de beisbol, hizo que saltaran las alarmas. Todo el planeta se preguntaba qué le había pasado al actor estadounidense que, hasta ese preciso momento, nos tenía fascinados por su eterna (y un tanto inquietante) juventud. Descartado cualquier problema de salud, la teoría que cobró más fuerza fue la de que la hinchazón que mostró Cruise ese día era debida a uno de los múltiples tratamientos estéticos a los que se somete para seguir luciendo fresco.