Las denominaciones de cargos, títulos nobiliarios, dignidades, etc. se escriben siempre con minúscula. Esto incluye nombres de autoridades civiles, militares, académicas y religiosas como presidente, ministro, embajador, director, rector, general, rey, príncipe, infanta, duque, papa, obispo, imán, etc. Esta es una de las novedades incluidas en la Ortografía de la lengua española de 2010 y supone una simplificación respecto de la norma anterior, que exigía la mayúscula inicial en ciertos casos.