La polémica saltó durante el año 1999, un día en el que el programa "Sorpresa, Sorpresa" decide sorprender a una niña el día de su cumpleaños. Para ello el programa contacta con Ricky Martin, artista por el que la niña parece profesar gran admiración. Cuando llega el momento de la conexión en directo con la casa de la niña (de 12 ó 13 años), Ricky Martin se encuentra escondido en el armario de la habitación de la niña. Y se desata un drama compuesto por la niña, el perro, un bote de mermelada y un artista dentro de un armario.