El 16 de junio de 1595 zarpaba del puerto de El Callao, en Perú, una expedición con cuatro navíos y más de 350 personas a bordo. Su destino, las Islas Salomón. Capitaneados por el navegante Álvaro de Mendaña, con la tripulación viajaba su esposa, Isabel Barreto. Isabel, noble de difusa procedencia, fue una mujer de fuerte carácter, determinación y a veces incluso crueldad, que, por circunstancias del destino, se convertiría en la primera mujer almirante de la historia de la navegación española.