Si bebes para olvidar, paga antes de empezar, dice el refrán. Pero la idea de que el alcohol nos permite olvidar nuestras penas es otro mito popular más, como el que sostiene que beber ayuda a combatir el frío (cuando es justo lo contrario: provoca la engañosa sensación de calor debido la vasodilatación cutánea que implica pérdida de calor).