Escandalizarse porque un dispositivo diseñado para escucharnos cuando hablamos, vaya y nos escuche cuando hablamos, es tremendamente absurdo. Si no quieres que te escuche, dale al botoncito que tiene, y desconectarás sus micrófonos. Puedes hacerlo en cualquier momento, aunque tener un asistente de voz para tenerlo todo el tiempo con sus micrófonos desconectados raya el absurdo existencial. Pero publicar noticias afirmando que nos espía, o que almacena nuestras grabaciones y no las borra nunca, es puro sensacionalismo: no nos espía, simplemente.