El debate sobre qué demandantes de empleo deben considerarse como parados registrados no es nuevo. Y, hasta cierto punto, resulta comprensible a la luz de los datos: en diciembre, el total de los primeros alcanzó los 4,41 millones, mientras los segundos se quedaron en 2,83 millones. En España cobró una especial intensidad con la pandemia, a cuenta de los afectados por ERTE, pero se puede rastrear en muchos otros supuestos que englobarían ese denominado 'paro oculto' de personas desempleadas pero que no cuentan en el registro 'oficial'.