Hay empresarios y empresaurios. Éstos últimos aparecen todos los días en la farándula de los medios, son pseudo-patronos —saurios especuladores— que consiguieron sus canonjías gracias a la corruptela imperante en las cúpulas del PP y del PSOE, los partidos que privatizaron y siguen privatizando bienes públicos rentables, repartiéndolos entre los amiguetes. Así se hicieron los Alierta, los Botín, los Pizarro, o aquel Villalonga, huido a Miami, que era amigo de pupitre de Aznar, tras estafar a todo el que pudo con sus Terra. No, nada tienen que..