Cada domingo y festivo, cada semana, en la ciudad de Bogotá (Colombia), cerca de 70 millas (113 km) de calles se cierran al tráfico motorizado y se devuelven a la gente que las utiliza para pasear, patinar, charlar o disfrutar de picnics, hacer ejercicio, tomar el sol, pero sobre todo, para montar en bici. El modelo de ciclovías de Bogotá ha traspasado sus fronteras y lo están copiando otras ciudades. Por ejemplo, ya se celebra en Estambul, New York City o Portland.