…y tú no. Yo no soy periodista. Y tú sí. En esto, de partida, nos diferenciamos. En el 1999 me fui a El Bulli dejando un trabajo muy bien remunerado, recién casado, a cambio de la cama y la comida, con veintinueve años. Vivíamos en una casa de la calle Cosconilles, en Roses, que limpiábamos y manteníamos, unos más que otros, como en cualquier “familia”. Lloré en mi partida, intenté dejarlo cada día, y continué allí porque era la oportunidad de mi vida. Estaba con Adrià y su equipo.