c&p: No es aceptable hoy día que las relaciones económicas internacionales estén supeditadas al poder imperial de Estados Unidos, por un lado, y al corporativo de las grandes empresas y entidades financieras, por otro. Ni que el poder relevante sea el que deriva directamente de la fuerza en los mercados. Hace falta, por el contrario, multilateralidad, poder compartido y contrapesado, centralidad pero unida a una radical y deliberante democracia. Y mucha política, es decir, ciudadanía, para dirigir a la economía.