El fotógrafo griego Anthimos Ntagkas atrapa con su cámara momentos de la vida cotidiana en las calles de la ciudad. Lo que pueden parecer ser simples y vulgares escenas, consiguen llamar nuestra atención gracias a una excelente sincronización con divertidas interacciones virtuales entre transeúntes, vallas publicitarias y otros elementos urbanos.

Quizá alguna vez lo hayas intentado; te paras en un semáforo, pones en marcha tus intermitentes para que vayan a la par con los del coche de delante... y o es imposible, o sólo están sincronizados unos segundos. ¿Por qué? Con la excusa de resolver este misterio, Technology Connections despanzurra unos cuantos y da un repaso a la historia de los interminentes. Los primeros (y la reglamentación se basa en ellos) utilizaban sistemas mecánicos dependientes de la temperatura, y no hay dos iguales, y además dependen hasta del voltaje de la bateria...

El equipo de Raphaël Sarfati, de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos, grabaron con dos cámaras de 360º los destellos lumínicos de las luciérnagas de la especie Photinus carolinus en plena temporada de apareamiento. Observaron que cada una de ellas sincroniza el ritmo con el que emite su luz con las compañeras que tiene al alcance de su vista. “Algunas luciérnagas están muy bien conectadas con el resto del grupo, mientras que otras no, un poco como las redes sociales”.

En física, esto se llama resonancia. Como los péndulos oscilan a la misma frecuencia, todos tienen la misma frecuencia natural. Cuando la frecuencia del controlador es igual a la frecuencia natural, hay una transferencia de energía máxima entre los péndulos, y eventualmente se unirán para oscilar en fase.