Apuntaba la socióloga Eva Illouz en una entrevista en El País: "Vivimos en un mundo colonizado por la hipersexualización de los cuerpos y las psiques", decía en el titular. Para ella, el capital sexual es una base del sistema económico y, en esa entrevista, apuntaba una idea clave. Contextualizaba que, en los años 70, el capitalismo entendió que el consumo de bienes materiales tenía un límite, pero sí había un espacio de consumo infinito: el cuerpo, por las emociones que nuestro aspecto físico genera sobre las personas.