Barcelona está peor que nunca. Ha aumentado peligrosamente el nivel de delitos, cada vez más violentos, por cierto. Los barrios están llenos de ratas, de cucarachas, de suciedad. Las bandas organizadas de narcotraficantes con sus narcopisos, la mendicidad organizada por tramas provenientes de países del este de Europa, las mafias okupas organizadas por delincuentes de aquí, el incremento abusivo de alquileres en barrios turísticos, el cierre sistemático de comercios de toda la vida en aras de dudosos comercios de fundas para telefonía