EL patatov o bazuca patatera ha llegado a Euskadi para sumarse a las plagas bíblicas que nos asolan: la avispa asiática, el mejillón cebra y los leggins agujereados, entre otras. El artilugio, que lleva años dando vueltas por el mundo y cuyos efectos están inmortalizados en cientos de vídeos en internet, consiste básicamente en unos cuantos tubos de PVC de distinto grosor que, por medio de un espray y un encendedor de cocina, permiten poner una patata en órbita o, en su posición tierra-tierra, ingresar a los vecinos en el hospital.