Se paró frente a la tumba de su madre, Benazir Bhutto, dos veces primera ministro asesinada por extremistas islámicos cinco años antes, y a unos pocos metros de la de su abuelo, Zulfikar Ali Bhutto, padre de la independencia de Pakistán que murió ahorcado en 1979 por la dictadura del general Zia ul Hak. Luego, lanzó un discurso energético y conmovedor como sólo un chico de 24 años puede dar. Bilawal Bhutto entró el jueves a la política paquistaní por la puerta de los elegidos bajo el signo de ser el probable líder capaz de transformar a su pais