En los tiempos que corren, donde la crisis económica, el paro, los desastres naturales o los programas del corazón nos quitan cada día un trocito más de felicidad, es el sexo una de las pocas vías de escape, capaz de librarnos del tedio y del vertiginoso e incontrolable ritmo de la vida. Al menos durante un rato, entre estertores y sudor, somos plenamente felices y nos olvidamos de nuestras preocupaciones. Como miembros aventajados del reino animal, disfrutamos del sexo y, al igual que nuestros hermanos metazoa, lo practicamos con alegría [...]