En el mundo político contemporáneo hay dos fuerzas dominantes, la que representa al mundo global y la nacionalista. El antiguo eje izquierda/derecha se ve muy reducido: unos apuestan por la apertura, el libre comercio, el multiculturalismo, el feminismo, el diálogo entre naciones y el apoyo a las minorías; los otros por un mayor control de fronteras, el regreso a la patria, el freno a la inmigración, mayores ventajas económicas para sus nacionales, los líderes firmes y la construcción de sociedades más cohesionadas.