Los datos son desastrosos, da igual que nos fijemos en la recaudación del cine español en lo que llevamos de año, que ha descendido un 20 por ciento con respecto a 2012; o que atendamos a la facturación, que descendió en 2012 un 15 por ciento y que para 2013 se espera que sea todavía peor. La taquilla total ha bajado un 13,5 por ciento y el número de espectadores un 15,8 en lo que va de año. Los rodajes también han descendido de manera notable, un 28 por ciento.