Llegó a nuestro planeta hace unos 30.000 años, y es con probabilidad la piedra espacial más grande descubierta en las islas británicas. Este singular meteorito, una condrita de medio metro de longitud y unos 93 kilos de peso, se ha conservado desde entonces en un estado magnífico, sin erosionarse.El meteorito británico cayó en en una época en la que las islas estuvieron bajo una edad de hielo durante 20.000 años.El frío habría hecho bien su trabajo, hasta el punto de que un grupo de druidas habría encontrado la roca, empleándola para sus fines.