Sería difícil para mí hablar del futuro sin mencionar el pasado, ya saben aquello que decía “de dónde venimos, a dónde vamos” y para hacerlo, o mejor, mientras lo hago, permítanme también extender desde este capítulo a otros, mi corto brazo (recuerden que soy un ciudadano normal y a los ciudadanos normales cada día nos fabrican con los brazos más cortos…o incluso sin brazos) y repartir algún que otro cachete o sonoro porrazo, a más de una y uno, dignas y dignos mandatarios.