El gran ayatolá Alí al Sistani es uno de los clérigos chiíes más influyentes, con millones de seguidores en todo el mundo. Sin embargo, en Occidente es principalmente conocido por su prestigio y su peso en la política iraquí, especialmente a partir de la invasión estadounidense en 2003. En el último lustro, Sistani ha jugado un papel fundamental como mediador político y referente moral en Irak, lo que le ha dado gran influencia en un país que está en el centro de la pugna entre Estados Unidos e Irán.