De toda la vida, cuando buceas en los rincones más lejanos de la memoria, y nos acordamos de nuestras abuelas, recordamos esos pucheros de hierro esmaltado en marrón, borboteando toda la mañana un aromático guisote, cuyo principal ingrediente siempre era una o varias legumbres: potajes, lentejas, cocidos, empedrados, fabadas… Pues en nuestras manos está el que no se pierdan esas ancestrales recetas, que con sencillos y baratos ingredientes elaboraban guisos capaces de alegrarte el día sólo con asomar la nariz a la cocina.