“Leapmotor International, una compañía dirigida por Stellantis al 51/49 entre Stellantis y Leapmotor, ha enviado la primera partida de vehículos eléctricos Leapmotor (modelos T03 y SUV C10) desde Shanghái (China) a puertos europeos este mes”, explica la compañía en un comunicado en el que el CEO Tavares saca pecho ante un “momento histórico”.

¿Habría sitio en Vigo para producir la nueva furgoneta?Según la cabecera citada, sí. Además, hay que tener en cuenta que la Xunta subvencionó, a través del IGAPE, la concepción de la plataforma para la producción de las K-9 eléctricas con casi dos millones de euros. Aunque en la memoria para la ayuda se aseguraba que las K-9 se producirían exclusivamenet en Balaídos, posteriormente la multinacional exportó la producción a otras plantas del grupo, como la del Reino Unido, a donde emigraron varios ingenieros gallegos que participaron en su diseño

Las instalaciones de ensamblaje de baterías de Stellantis en Madrid, que dieron sus primeros pasos en el pasado mes de mayo, empiezan a funcionar a toda velocidad con un objetivo: abastecer a todos los Citroën ë-C4 yë-C4 X, fabricados en exclusiva en la planta madrileña. Las nuevas instalaciones de ensamblado, ubicadas junto a la planta de montaje del complejo que Stellantis tiene en Villaverde, cuentan con una superficie de 2.000 metros cuadrados en los que su actividad dará como resultado la producción de 50.000 unidades anuales.

Stellantis sigue dando pasos para que la llegada de los coches eléctricos desde China le afecte lo menos posible. Y el último es notable: ya está fabricando en Europa coches chinos gracias a su alianza con Leapmotor. La fabricación del primer coche eléctrico de esta joint venture ya ha comenzado en la planta polaca de Tychy, según analistas de Jefferies en base a fuentes de Leapmotor. Allí también se fabrica por ejemplo el Alfa Romeo Junior, que ha tenido que cambiar la denominación por su batalla con Italia.

Una empleada estuvo décadas trabajando en la fábrica de Balaídos encadenando subcontrata tras subcontrata. Meses después de que pidiese que Stellantis la contratase directamente, fue despedida. Según figura en la sentencia de la Sala de lo Social del TXSG a la que ha tenido acceso esta redacción, los jueces ven probado, que la trabajadora recurrente llevaba trabajando en la fábrica de Stellantis en Balaídos desde 2004, es decir, 20 años. Eso sí, nunca había sido trabajadora de la multinacional del automóvil.

Stellantis ha decidido no contar con la empresa auxiliar Magna Seating, ubicada en O Porriño y antes conocida como Viza, para su nueva plataforma de coche eléctrico. Esta decisión se produce pocos días después de que Stellantis recibiera importantes subvenciones del segundo Perte de automoción y de advertir que la viabilidad de su planta en Balaídos dependía de dichas ayudas públicas. En concreto, acaba de asegurarse a 29 millones de ayudas del Perte VEC II.

Poco a poco, van conociéndose nuevos detalles del futuro coche eléctrico de acceso de Opel. Según ha declarado en una reciente entrevista el CEO de la marca, Florian Huettl, el nuevo modelo tendrá un precio de partida inferior a los 25.000 euros y se situará un peldaño por debajo del Corsa Electric. Por lo tanto, queda descartado que vaya a tratarse de una versión abaratada del Corsa, sino que se tratará de una propuesta inédita… hasta cierto punto. Y es que lo más seguro es que tome como punto de partida otro automóvil del grupo Stellantis.

La marca del gigante asiático llegará con dos modelos, a los que se sumarán otros cuatro hasta 2027. Planean una rápida expansión por Europa y otros mercados internacionales. Los primeros modelos disponibles de Leapmotor serán el pequeño T03 y el SUV C10. Se ha apuntado que Stellantis planea producir modelos de Leapmotor en Polonia e Italia. En cuanto a la posibilidad de ensamblar vehículos de Leapmotor en las factorías españolas, Tavares ha señalado que se colocará esta producción siguiendo estrictos criterios de “costes” y “calidad"

La cifra mágica es 5.000. Ese es el número de afectados por el motor Puretech (Opel, Citröen y Peugeot) que el despacho Abogados y Consultores de A Coruña espera coordinar para comenzar las conversaciones con el Grupo Stellantis. La situación es dramática. Se cuentan en miles las personas que se hicieron con este motor Puretech con la correa bañada en aceite que ahora reclaman una solución a la marca. Pero el silencio de los concesionarios oficiales de Peugeot, Citröen y Opel resuena con fuerza entre los damnificados.

Uno de los sindicatos con representación en la fábrica de Stellantis Vigo tilda de “inmoral” los 36,5 millones de euros que los accionistas acaban de conceder como extra al CEO del grupo Carlos Tavares. La CUT critica ese aumento del 55% en un año frente a la reducción de la paga de beneficios y la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores en los últimos años. Según sus cálculos, un operario recién incorporado debería trabajar 1.765 años para igualar los ingresos del CEO este año.

El gobierno italiano se encuentra en conversaciones con varios fabricantes de automóviles, incluida la estadounidense Tesla y la china Chery, para el establecimiento de plantas de producción de coches eléctricos en el país. Sin embargo, esto no parece haber gustado nada a Carlos Tavares, CEO de Stellantis, matriz de FIAT, Alfa Romeo, Lancia y Maserati.

El grupo automovilístico Stellantis, el mayor fabricante de coches en España, ha obtenido de la línea de cadena de valor de la segunda edición del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC II) 54,4 millones de euros para implantar en su fábrica de Zaragoza la plataforma de producción STLA Small. Dicha plataforma, que la compañía también quiere instalar en su factoría de Vigo, como adelantó CincoDías en septiembre, es sobre la que hará los futuros coches eléctricos pequeños y compactos que saque a partir de 2025.

A lo largo de los últimos meses, Meloni y Tavares se han enfrascado en una guerra dialéctica en torno al coche eléctrico y a las inversiones públicas. La presidenta de Italia pidió al conglomerado franco-italo-americano un mayor apoyo a su industria. Italia quiere seguir siendo uno de los centros neurálgicos del sector de la automoción en Europa, pero quieren serlo sin gastarse ni un sólo euro.

Stellantis ha tomado una decisión rotunda sobre el problema que estaban generando sus motores Puretech, dando una garantía de 175.000 kilómetros o 10 años a los vehículos que monten este propulsor y que hayan encontrado averías en él. Este asunto viene de largo, ya que muchos usuarios han manifestado por diferentes vías los problemas que se han encontrado en este motor y hasta se han llegado a crear plataformas para llegar a buen puerto con la marca, que ya ha dado una solución.

Stellantis, la empresa matriz de Jeep, Ram, Chrysler y Dodge, acaba de protagonizar uno de esos despidos masivos polémicos, que otras empresas ya han llevado a cabo de forma similar. Avisó el jueves pasado a 400 trabajadores de los que realizan tareas de administración y oficina en tareas de tecnología, software e ingeniería que debían quedarse al día siguiente en casa porque había una reunión muy importante a la que debían acudir online. Durante la reunión a distancia del viernes, se les informó de que estaban siendo despedidos.

Luca de Meo, CEO del Grupo Renault, ha sugerido durante la celebración del Salón del Automóvil de Ginebra la creación de una alianza de fabricantes europeos con el objetivo de desarrollar y fabricar de forma conjunta vehículos eléctricos. Esta suerte de «Airbus del coche eléctrico» permitiría a la industria del viejo continente plantar cara a la amenaza china y hacer más asequibles sus modelos cero emisiones. «La velocidad es importante contra los chinos. Estamos en un mundo incierto. En el pasado, con los coches de combustión interna....

China mete miedo. Sus marcas trabajan a un ritmo frenético y nada parece que vaya a detenerlas a corto plazo. Europa plantea soluciones para limitar el impacto de fabricantes como BYD, lo que conlleva la unión de tres grandes marcas: Stellantis, Renault y Volkswagen. Una alianza que jamás podríamos haber considerado. Y es que la industria está cambiando muy deprisa, mucho más rápido de lo que a la mayoría le gustaría. La llegada de la electrificación ha puesto patas arriba el status quo que hasta ahora habíamos conocido.