Que la Hermandad Nacional de Excombatientes y la Hermandad Nacional de la División Azul hayan acordado celebrar un año más y sin ningún impedimento, mañana martes y en la Iglesia de los Jerónimos, el conocido como Día de la Victoria franquista (1 de abril de 1939), resultaría insultante para cualquier democracia que se precie. Suele argüir con gran cinismo el clero que ampara estos actos, cuando en ese mismo recinto tiene lugar una misa funeral en torno al 20 de noviembre en memoria del fallecimiento de dictador, ...