Una joven, desfigurada por las ampollas de las quemaduras, grita de dolor en la camilla de un hospital. No ha sido un accidente. Malak al Zubaidi, de 20 años, es la última víctima del machismo en Irak que, como en el resto del mundo, se ve agravado por el confinamiento. Frente al silencio habitual, una hermana de Malak ha denunciado la agresión en las redes sociales. Aunque pocos creen que el responsable vaya a ser castigado, se ha abierto la caja de los truenos.