Una revolución feminista violenta va a ocurrir. Nuestra generación aún no está preparada pero la desea y por eso solemos bromear con la idea, usar el chiste misándrico, el vídeo pasado de rosca o el humor agresivo de una novela, para exorcizar la frustración que nos genera el no ser capaces de salir a la calle a poner bombas en los bares un día de fútbol, Pero un día ocurrirá y nosotras, las mujeres del presente, con nuestro humor y con nuestras obras de de arte, estamos fraguando esa revolución.