Las inmobiliarias buscan formar a empleados chinos en España para vender el ladrillo nacional en el mercado asiático. A los chinos les tira España: por ejemplo, de 2015 a 2016, en un año, pasaron de residir en la Comunidad de Madrid 55.784 ciudadanos chinos a 171.960, del 6% al 14,33% del total de población inmigrante, según la última Encuesta Regional de Inmigración. Y aunque la venta del Edificio España por parte de la multinacional Wanda lastró la inversión global inmobiliaria china, la inversión total se cuadriplicó.